Se trata de un grupo de mujeres y hombres que pertenecen al Centro Cultural Eslavos Unidos. Este domingo, algunos decidieron reunirse para ver la final de la copa del mundo juntos.
Gritos, festejos y pedidos de gol. Así vivieron los croatos y descendientes de croatos la final del Mundial de Rusia 2018 entre Francia y Croacia en Mar del Plata.
Cuando tras una dura semifinal, la selección dirigida por Zlatko Dalić se ubicó un paso más cerca del sueño de convertirse, por primera vez, en campeones del mundo, algunos miembros del Centro Cultural Eslavos Unidos decidieron reunirse para ver juntos el partido y, así, ayuda a disminuir los nervios.
LA CAPITAL compartió con ellos la previa de lo que fue un apasionante partido que contó con el arbitraje del argentino Néstor Pitana y terminó con el triunfo de la selección francesa 4-2 por sobre la croata.
Sin embargo, en los primeros minutos del partido, todo era alegría. Micaela, Mirta, Graciela, y ambas Mariana fueron de las más activas a la hora de organizar el encuentro. También se encargaron de llevar banderas, banderines y demás elementos que denoten sus raíces y, también, por qué equipo iban a estar hinchando este mediodía.
Además de compartir los nervios y el deseo de que el equipo liderado por el cerebral Luka Modric termine alzando la copa para alegría de toda Croacia, y muchos hinchas del resto del mundo, las mujeres también aprovecharon para hablar de sus antepasados y las historia que, pese a que sus familias no se conociesen, compartían.
Así fue que Mirta aseguró que se sorprendió al descubrir que todos coincidían hasta en “maneras de crianza” y, por supuesto, platos tradicionales. Todos sus familiares, también, habían llegado a tierra argentina escapando de la guerra en territorio natal.
Mariana, en tanto, recordó con mucha nostalgia su visita a la capital croata de Zagreb, a donde fue en busca de conocer la familia de su abuelo croato que era, naturalmente, la suya. “Fue muy emocionante conocer la historia de ese país, un pueblo que sufrió muchísimo, que tiene una historia muy dura. Creo que es por eso que también quiero que ganen hoy, quiero que festejen”, pidió esperanzada.
Los augurios de triunfos se repetían en todas las declaraciones. Micaela, una joven nieta de croatos y miembro activo dentro de la comunidad local, también destacó: “Pensar que hace veinticinco de años no éramos ni un país y ahora estamos en la final de la copa del mundo. Estoy muy emocionada”, decía mientras la pelota comenzaba rodar en la cancha del estadio de Moscú.